Resumen del primer día del Foro Gastein

El día ha sido de lo más completo. Me bulle la cabeza de información, he tenido ocasión de escuchar a expertos en temas de lo más diverso y espero ser capaz de resumir sin aburrir los puntos principales de los que se ha hablado hoy.

En la charla de apertura se ha tratado el tema de la crisis de refugiados y de cómo Europa debe afrontar el reto desde una perspectiva sanitaria. En el panel de expertos figuraban miembros de la comisión europea, como Xavier Prats o Constantinos Manolopoulos, representantes políticos de las carteras de salud de algunos países europeos, los de Malta y Austria concretamente, así como el profesor de medicina tropical Martin Mckee y la presidenta del centro de operaciones de Médicos Sin Fronteras en Bruselas Meinie Nicolai. Juntos han discutido el impacto de la llegada de más de 700.000 refugiados a Europa en lo que va de año y cómo Europa ha fallado en dar respuesta a este fenómeno, al ignorar todas las evidencias que apuntaban a la magnitud del fenómeno y cómo la respuesta adecuada implica un tratamiento común a nivel europeo. Es necesaria la colaboración de todos los estados miembros de la UE para poder atender una crisis humanitaria de esta índole. Por otra parte la representante de Médicos sin Fronteras ha alertado del peligro de la llegada del invierno y de la falta de preparación de los centros de acogida y de medios disponibles en los países de acogida y cómo el poner barreras a la llegada de refugiados es un atentado a la salud de estas personas. Asímismo, se ha remarcado el hecho de que los refugiados no suponen una amenaza a la salud de los residentes en los países de acogida, ya que su estado de salud inicial es bueno, poniendo el acento en que los problemas de salud principales que presentan son debidos a las condiciones del viaje (fundamentalmente traumas, problemas respiratorios, dermatológicos y sobre todo psicológicos, con más del 50% acusando síndrome de estrés postraumático). En resumen, es necesaria una acción conjunta, enérgica y rápida, a nivel europeo para atajar esta crisis humanitaria que en ojos de los ponentes ha de tratarse más como tal y menos como un problema político.

La segunda sesión a la que atendí trató sobre los efectos del envejecimiento de la población trabajadora y las medidas necesarias para asegurar no sólo la productividad de estos sectores de población sino conservar y mejorar su estado de salud. Para ello se proponen medidas tanto a nivel político, promoviendo estilos de vida saludables a nivel individual, como la implicación de las empresas en facilitar condiciones de trabajo más saludables en los tramos de edad avanzada.

La tercera sesión tocó el tema de la aplicación de las redes sociales y el uso de los datos asociados con ellas para estudios epidemiológicos relacionados con la salud, tanto a nivel de prevención como de análisis de tendencias o detección temprana de epidemias. Se planteó el ejemplo de cómo, gracias a internet, pudo detectarse el inicio de la epidemia de SARS en China incluso antes de que las propias autoridades dieran la voz de alarma. Sin embargo, se puntualizaron también algunos de los peligros/condicionantes a tener en cuenta al hacer uso de este tipo de datos, a saber: desde el componente ético de la privacidad de los usuarios a quienes pertenecen los datos analizados al sesgo de la información compartida en redes sociales como Twitter o Facebook -en estas redes sociales los usuarios tienden a proyectar una imagen mejorada de sí mismos: hoy he corrido 20km, o he comido sólo una ensalada ligera- de tal manera que analizar comportamientos saludables basados en estos datos puede conducir a conclusiones erróneas. Del mismo modo, el acceso a este tipo de tecnología no es igualitario. Hay grupos sociales que por edad, cultura, nivel social quizá no contribuyen al conjunto de datos adquiridos de tal manera que el análisis no resulte representativo a escala global. Con todo, el llamado “Big Data” se presenta como una poderosa herramienta de futuro para el análisis y estudio de la salud así como para el desarrollo de estrategias de prevención, siempre y cuando se obre con la cautela adecuada.

Por último, representantes de la industria farmaceútica, de la comisión europea así como de centros de investigación y desarrollo discutieron sobre el impacto de la medicina personalizada, una posibilidad de futuro que cada vez está más cerca gracias al desarrollo de la genómica, la proteómica y de las nuevas tecnologías de la información que mencioné antes. Sin embargo, la adopción de estos modelos conlleva desafíos a numerosos niveles, desde el regulatorio, pues el acceso a los datos generados por medio de estas tecnologías puede producir cambios en la cobertura sanitaria, especialmente a nivel privado, así como desde el punto de vista de los propios sistemas sanitarios, cuya adaptación tanto a nivel de la preparación del personal para la interpretación de los datos y tratamiento como a nivel económico requiere un esfuerzo importante, y digno de consideración. En resumen, para conseguir que la medicina personalizada sea una posibilidad de tratamiento real y al alcance de todos, son necesarias medidas económicas, regulatorias y de gestión que han de ser planeadas con precaución, pero que teniendo en cuenta el panorama actual europeo (crisis económica en los países del sur, síntomas de recesión en otros, y la crisis de refugiados) puede llevar un cierto tiempo implementar hasta hacer una realidad de la medicina personalizada.