Padres no hay más que dos

padres dos
¿de quién será hijo este niño? Un padre, dos madres, un tubo de ensayo…

Si no vivís en el vacío y habéis tenido acceso a periódicos o a Internet en los últimos días habréis leido cómo se habla con mucha alegría, morbo y poca concisión sobre que el Reino Unido ha declarado legal la investigación y el desarrollo de la fecundación in vitro con reemplazo mitocondrial, lo que implica la generación de embriones que contienen material genético de 3 personas distintas, la madre (cuyo DNA mitocondrial ha de ser reemplazado por acarrear algún tipo de mutación dañina), el padre y una donante cuyo óvulo anucleado recibirá el núcleo de un oocito de la futura madre y el espermatozoide paterno.

Es lógico que pueda resultar difícil de comprender de primeras, también lo es que un titular sensacionalista como “hijos de tres padres” vende más pero si atendemos a la definición de padre de la RAE, nos daremos cuenta de que ni por el lado científico/biológico ni por el lingüístico semejante descripción se corresponde con la realidad.

¿por qué me enervo con este tema? Parece una tontería, una cosita pequeña, al final son sólo palabras ¿no?

Pues no. No, porque con eso se alimenta a aquellos que se posicionan en contra porque consideran que esta técnica va en contra de los designios de Dios, o de la naturaleza (ya sabéis, esos que dicen que un niño sólo puede tener un padre y una madre), y les da más argumentos que añadir a aquellos de que la selección de bebés es prácticamente un paso más en la carrera hacia la eugenesia, y que en cada intento morirán quién sabe cuántos embriones indefensos…

En fin, todo esto son sandeces. Porque la realidad no se corresponde con el titular, como tantas veces. Y aunque suponga una esperanza para los padres con este tipo de enfermedades mitocondriales, hay una innegable preocupación no sólo en cuanto a los componentes éticos de ese tipo de intervención, porque aunque sea incorrecto hablar de 3 progenitores, es cierto que el material genético de los tres estaría presente en el embrión…de no producirse reversión al perfil genético de la madre enferma. Lo que potencialmente podría ocurrir porque aunque se intenta evitar trasplantar mitocondrias enfermas al óvulo donante la técnica aún tiene entre un 1-5% de DNA mitocondrial enfermo, y se ha visto que en ocasiones éstas mitocondrias enfermas podrían llegar a reemplazar a las “sanas” de la donante de tal manera que la intervención resultaría inútil. Como todo en ciencia, esta técnica es un trabajo en continuo desarrollo, y aunque debemos alegrarnos por la oportunidad que supone para todas estas personas también es cierto que es necesario obrar y sobre todo hablar con cautela.

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