Ser un neuras no es tan malo (para tu salud)…si además eres tiquismiquis

¿Hasta qué punto afecta nuestra personalidad a nuestra salud? Está claro que ciertos caracteres pueden ser más propensos a algunos comportamientos poco saludables, ya sea por una mayor tendencia hacia adicciones a sustancias tóxicas (tabaco, alcohol, drogas) como por comportamientos de riesgo (puenting podría considerarse una ¿no?). Pero pregunto otra vez, ¿hasta donde influye?

Un estudio de la Universidad de Rochester ha comprobado que un rasgo de personalidad en concreto, ser neurótico, algo que en principio no es bueno (las personalidades neuróticas se caracterizan por preocuparse en exceso, por ser temperamentales y nerviosos y sobre todo por una fuerte tendencia hacia comportamientos autolesivos ya sean del tipo adictivo o agresivo), en asociación a otra, la meticulosidad (alguien que presta atención al detalle, organizado, trabajador), puede cancelar en cierta manera la negatividad del impulso de la primera característica de personalidad. La manera en que han demostrado esta asociación fue midiendo los niveles de un indicador del estado de salud, la molécula proinflamatoria IL-6 (interleucina-6). Niveles bajos de este marcador se asocian con un buen estado de salud.

DIferentes implicaciones/vías de acción de la IL-6

La razón por la que éste es un perfecto indicador de buena salud es porque existen numerosas enfermedades con un componente inflamatorio como las cardiopatías, el asma, la artritis, la diabetes e incluso algunos cánceres. En el estudio además vieron que las personas en las que estas dos características de personalidad iban juntas tenían un índice de masa corporal más bajo y menos incidencia de enfermedades crónicas que la media.

Parece ser pues que ser puntilloso ayudaría a mantener a raya los malos hábitos del neurótico en apuros, pues este tipo de personas estarían más atentas a la hora de controlar que su modo de lidiar con el estrés no les hace caer en comportamientos poco saludables o en poner solución pronto. Sin embargo, como apunta el autor principal del estudio en una entrevista en Psypost, un rasgo de personalidad no define per se tu estado de salud, no hay rasgos de personalidad saludables o insaludables. Todo depende de un conjunto de factores, entre los cuales están las decisiones que tomamos.

¿Meticuloso yo?

Así seas neurótico, meticuloso, abierto, extrovertido o agradable (el “Big5“) -o una combinación de ellas- lo importante es que no dejes que ninguno de estos rasgos de personalidad acaben por definir qué haces, y más aún si estás sano o no. Cierto que aún no sabemos si existe de veras el libre albedrío (véase el experimento de Libet y la discusión que todavía hay en torno al tema) pero caso que lo hubiera, hagamos uso de él ¿no os parece?

 

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