El gen danés de la felicidad o cómo una noticia no es tal

Un montón de daneses felices. Photo: Jens Dresling/POLFOTO

Hace un par de días un amigo, danés, por supuesto, me comentó muy ufano que había leído en Der Spiegel una noticia sobre porqué los daneses siempre aparecen en los primeros puestos en los rankings de felicidad y bienestar: ¡sus genes! Como podéis imaginar esta historia me hizo levantar la ceja y me decidí a buscar la información de origen para ver si debemos todos hacernos un poco más daneses ¿debemos?

Una simple búsqueda en Google con las palabras: gen, danés y felicidad en inglés ya nos da una idea del bombo que la noticia ha tenido en la red, rebuscando un poco he podido llegar a la nota de prensa de la Universidad de Warwick (Inglaterra) donde se hizo el estudio. Estudio, que por cierto no ha sido publicado en ninguna revista de revisión por pares y que al menos en su título es honesta al decir que es “una investigación cautelosa”, lo que no ha sido por desgracia ni la nota de prensa ni la cobertura posterior del asunto.

Los autores del estudio son economistas que utilizando datos de encuestas de satisfacción personal como la Gallup World Poll, World Value Survey y la encuesta europea de calidad de vida de 131 países y correlacionándolos con las distancias genéticas de las poblaciones de estos países con DInamarca llegan a la conclusión de que no hay otra explicación que diferencias genéticas a favor de los daneses para ser más felices. Aunque dicen que corrigen la influencia de factores como el producto interior bruto, la cultura, la religión, la importancia del estado social y la geografía hay cosas que no me cuadran.

Para empezar, los datos de distancias génicas que emplean en el artículo son limitados a 42 poblaciones mundiales, extraídos de un artículo publicado en 1994. Googleando, en un minuto he encontrado un artículo de 2012 donde no sólo estudian hasta 128 poblaciones sino que además hacen una correlación entre variación génica y geografía. Si esto ya de entrada no hace levantar una ceja, no se qué lo hará. Durante esta misma búsqueda se hace claro que existe una relación muy clara entre distancia génica y geografía, entre otras cosas por la deriva poblacional y la mezcla de poblaciones a lo largo de la historia de la humanidad, por lo tanto estos dos factores no pueden aislarse fácilmente (1,2).

Otra de las evidencias que presentan en el artículo es una correlación entre la variante “buena” de un gen relacionado con la neurotransmisión mediada por serotonina (que recordemos es el neurotransmisor que se suele recetar contra la depresión, léase aquí Prozac y similares) y la felicidad de los daneses y herederos. Parece ser que esta variante está más presente en estas poblaciones que en otras, de hecho se ha descrito que en Japón, por ejemplo, prevalece la variante corta que PREDISPONE a la depresión.

¿Por qué pongo en mayúsculas predispone? Porque los genes no actúan solos, y salvo en casos muy particulares, no son una sentencia ni a favor ni en contra. Un gen no hace feliz. Ser danés no hace feliz.

Podría ser que efectivamente existiera algún tipo de correlación entre el make up genético de determinadas poblaciones y determinadas habilidades o capacidades, quizá ser positivo fuera seleccionado en unos ambientes porque eso estaba asociado a estrategias de supervivencia útiles en ese ambiente mientras que en otros lugares lo contrario se seleccionó por la misma razón. En cualquier razón este tipo de conclusiones suelen ser atrevidas porque tienen a obviar factores importantes en biología y a hacer conclusiones generales de fenómenos particulares, por eso yo pediría a los autores tanto de la nota de prensa como a los periodistas lo mismo que los propios investigadores declaran: cautela.

Ser español en estos momentos no es motivo de orgullo, pero ser danés dudo que nos sacara del atolladero en que estamos, aunque quizá alguno tenga algo de danés para verlo todo tan de color de rosa…

2 thoughts on “El gen danés de la felicidad o cómo una noticia no es tal

  1. Es curioso Universidades que no publican sus estudios en revistas científicas (revisadas por pares y tal). Y que todavía la ciencia que salga en la prensa sea casi siempre ciencia-chicle: imagínate que eres danés, eso de los genes te parece super complicadísimo, pero si te dicen que a tus genes daneses le debes tu danesa sonrisa de la que estás super orgulloso, entonces ya parece que se masca mejor. Pero a riesgo de contribuir a estereotipos nacionalistas que cuando se relacionan con la genética pueden ser peligrosos (recordemos la eugenesia nazi).

    1. Totalmente de acuerdo contigo. Y lo más increíble del caso es que son estos estudios que fallan en el punto de la corroboración por pares los que suelen salir a la palestra más a menudo. Los que llegan a la gente y los que les hacen interesarse por la ciencia. La lástima es que con frecuencia la ciencia no es de calidad y las premisas que se extienden difíciles de corregir. ¿Quién convence ahora al danés que sus genes igual no son la clave y si las ventajas sociales de su país?

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