Espejito, espejito…

Como en las ferias…

Quién no ha visto una de esas películas americanas donde está la típica feria de pueblo, y en ella, el laberinto de espejos. Espejos extraños, en los que apenas te reconoces pues tu figura se ve alargada, ensanchada, o simplemente deformada. Ahora imagina que eso es lo que ven tus ojos cada vez que te miras en el espejo. Así se ve un anoréxico. Aunque su distorsión sólo fluye en una dirección, la horizontal. Su deformidad (percibida) nunca implica alargamiento o disminución siempre tiende a la exageración.

La semana pasada gracias a ScienceDaily encontré la referencia a un nuevo trabajo en el que se exploran las (posibles) razones neurológicas detrás de este error de percepción, de esta ilusión, si queréis.

En la percepción de la imagen corporal intervienen varias regiones cerebrales, como es lógico por tratarse de una imagen primero la información viaja al lóbulo occipital (visión), en su región central (mOC), después pasa al área fusiforme corporal(FBA), que es otra parte del sistema de procesamiento de información visual relativa al cuerpo (hay otra región especializada en procesar la información relativa a la cara, por ejemplo) y por último al área extraestriada corporal (EBA).

Flujo de información de la imagen corporal en el cerebro. Siglas corresponden a los acrónimos en inglés

Para comprobar si con la anorexia se observaban cambios en el funcionamiento de esta “red” de procesamiento de la información lo que hicieron fue, para empezar pedir a un grupo de mujeres anoréxicas así como a un grupo control (de la misma edad, sexo pero sin trastorno alimentario) que eligieran qué silueta se correspondía mejor con su cuerpo. Después pidieron a unos observadores independientes que evaluaran cómo de correcta había sido esa valoración personal. Obviamente las anoréxicas eligieron siluetas mucho más gruesas que las propias pero curiosamente las mujeres sanas infravaloraron las suyas.

Luego metieron a todas estas mujeres (una por una, eso si) en un escáner (IRMf) y les mostraron imágenes de cuerpos, para ver qué ocurría en las áreas anteriormente mencionadas. Otra de las cosas que hicieron fue medir el grado de correlación temporal que había entre la actividad de las 3 áreas para ver lo relacionadas funcionamente que estaban. SI están muy correlacionadas, esto es hay una dependencia temporal de la actividad de una respecto a la de otra, puede decirse que están fuertemente conectadas a nivel físico.

Así se ven, así se sienten. La distorsión va por dentro.

Lo que encontraron al analizar los datos fue que en las anoréxicas la conexión entre las dos últimas áreas de la tríada relacionada con la percepción del cuerpo, FBA y EBA, era más débil que en las mujeres sanas. Además encontraron una correlación negativa entre lo débil de esta conexión en el hemisferio izquierdo y el grado de distorsión de la imagen corporal padecido por las enfermas de anorexia. O sea, a más débil la conexión entre esas áreas más gordas (erróneamente) se ven.

Hasta aquí el artículo, y ahora mi comentario. Como en cada uno de los estudios de resonancia funcional que comentemos, SIEMPRE hay que recordar que están sesgados ya desde el diseño, pues ya se va buscando “ver” algo en un área/región determinada del cerebro y que cuando hablamos de un área en particular en relación a una actividad en particular, eso no significa que sea la única en activo. El cerebro no se apaga casi por completo salvo 3 manchitas cuando nos miramos en el espejo, es sólo que dónde ponen la lupa los investigadores es ahí, lo que significa que quizá nos perdamos otra información relevante.

se comenta nada en cuanto a que las mujeres sanas también erran en su apreciación de sí mismas: ¿a qué se debe esto? Si la diferencia no está en la conexión entre las áreas de las que hablamos, ¿dónde está? Quizá sea algún otro área, quizá parte del sistema límbico que hace que la imagen que tenemos de nosotros mismos sea mejor de lo que realmente es para asegurar una autoestima sana…no se, es una elucubración mía.

Vosotros ¿qué pensáis? O mejor aún, ¿cómo os veis?

6 thoughts on “Espejito, espejito…

  1. Interesante, la entrada y lo que comentas acerca de las otras áreas no analizadas en el estudio. A mí me surge una pregunta: ¿es válido el estudio en los hombres? ¿se darían los mismos resultados? 😉

    Un abrazo

    1. Te respondo rápido, que tengo que empezar con un experimento…
      En principio supongo que en hombres anoréxicos habrían encontrado resultados similares, porque manejan el mismo tipo de distorsión corporal. Ahora en cuanto a los sanos, no se realmente cuál es la imagen de sí mismos que tendría, si se verían también más delgados, igual que las mujeres sanas, o más grandes (entendido como fuertes) ni si la cultura tiene que ver con la imagen “sana” de nosotros mismos que nuestro cerebro crea a partir de nuestra imagen en el espejo.
      Me temo que son todo elucubraciones, de una cabeza, la mía, que anda sin café y ya bastante cansada esta semana así que puede ser que no sea nada más que una paja mental…un saludo!

      1. Lo preguntaba porque me llamó la atención que el experimento fuera específicamente con mujeres, y por eso de que el cerebro de hombre y mujer son diferentes, cosa que no sé si influiría en este estudio 🙂

        Un abrazo

        1. Hola, supongo que lo hicieron en mujeres por una cuestión práctica: hay mas mujeres (abiertamente) anoréxicas. Y aunque es cierto que existen diferencias en el cerebro entre hombres y mujeres, para mí no está claro el origen de estas diferencias (hay quien dice que son innatas, yo me inclino por un gran porcentaje de influencia de la cultura y la sociedad en el desarrollo diferencial de ambos, por cierto que sobre este asunto recomiendo “delusions of gender” de Cordelia Fine, un libro muy interesante sobre el tema), y tampoco se si se hubieran dejado ver en este estudio…

  2. Hola starvingneuron 🙂

    Debido a los comentarios, y antes de que se me pase, quiero decir que sin café no se puede vivir, al menos pensar, o por lo menos yo no puedo. Y dos; si no fuese por las pajas mentales el mundo no progresaría.

    Espejito, Espejito…
    El post es interesante, pero lo más “guay” del mismo es lo que apuntas cuando dices: “es sólo que donde ponen la lupa los investigadores es ahí, lo que significa que quizá nos perdamos otra información relevante”. Yo he leído, no sé si mucho, sobre la discusión entre los defensores y detractores de que el cerebro funciona de una manera ‘conjunta’ versus de una forma ‘especializada’. Tanto que ya no sé qué pensar al respecto. Quizá, a la pregunta de si no está en esas áreas dónde si no, podríamos decir que el cerebro funciona, a pesar de una evidente estructuración en zonas especializadas de una manera más ‘unificada’ de lo que cabría pensar. Esto roza con, o me recuerda a, un párrafo que leí en un libro de fisiología en el que el autor señalaba que los neurocientíficos estaban obsesionados con buscar “un plano maestro final” en el que la información convergiese olvidando, u obviando en cierta manera, toda la gran interconexión que hay entre sus partes; que quizá había llegado el momento de plantearnos que el encéfalo registra la información “a lo largo de las neuronas, a lo largo del camino” de un modo hasta ahora no descrito… y no tanto en las propias neuronas.

    Además, el “gold standard” que utilizan, los observadores independientes, puede que esté sesgado. Son observadores sujetos a estereotipos culturales. Personalmente, no sé hasta que extremo pueden ser ‘independientes’. Quiero decir, si cogemos otra serie de observadores de un país diferente con una cultura diametralmente opuesta, ¿qué ocurriría? En cierto modo pienso que los estereotipos culturales de una determinada sociedad afectan al criterio del observador a la hora de decidir si la mujer que dice estar gorda lo está realmente o no. O la flaca, claro.

    Hombres y mujeres.
    Excepto en lo que se refiere a la ‘implicación’ endocrina en el aspecto neurológico, no creo que haya diferencias significativas entre hombres y mujeres. Y coincido plenamente contigo cuando dices que las diferencias son fruto de la influencia de la cultura y la sociedad.

    Happy weekend!

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