Palabras más, palabras menos.

El otro día, gracias a la CERFA, nuestra asociación de científicos españoles emigrados en las germanias, tuve la oportunidad de conocer a un grupo de gente más que interesante y entre alguno de los temas sobre los que charlamos (además de los relativos a la propia CERFA) estuvo el de la escritura.

Puede parecer un tema un tanto alejado de lo que es la Ciencia, especialmente para aquellos que imaginan que la ciencia se hace fundamentalmente en una poyata, un microscopio, o en uno o muchos ordenadores; sin embargo, para que esa parte de la ciencia sea posible hay que escribir primero, hay que escribir durante, y hay que rematar escribiendo después.

Lo primero que se escribe al empezar a trabajar en un proyecto científico, es una propuesta para las agencias que van a subvencionarlo; o sea quien va a pagarte no sólo el sueldo, sino el equipo, los materiales etc etc durante el tiempo que dure tu proyecto. En algunos casos, estas propuestas SÓLO van dirigidas a cubrirte el sueldo, pero el trabajo es el mismo: horas y horas de escritura. Las mismas que luego habrán de dedicarse a escribir el manuscrito (si has tenido suerte y los resultados son publicables) en el que demuestres que la pasta que recibiste ha servido para algo y que sirva como gancho para conseguir más pasta y/o un puesto mejor. Esta parte del proceso puede durar años, no sólo cuando se trata de una tesis (en mi lab la gente tarda lo suyo en escribir), sino que en el caso de los artículos, para cada revista científica a la que lo mandes, ha de tener un formato específico y si la ronda de presentación del artículo es larga (2,3 o más revistas) la maquetación y la reescritura están cantadas. Durante el tiempo que dura el proyecto la cosa es más ligera (ejem): sólo hay que poner al día a las agencias de la evolución del proyecto una vez al año, aproximadamente y si estás en una posición de liderazgo volver al punto número uno para asegurar más dinero para el lab o pasar al punto tres para conseguir publicidad/reconocimiento/pasta.

Ahora que ya os podéis hacer una idea de toooooodo lo que hay que escribir durante un proyecto de investigación, puedo ir al grano y contaros que escribir ciencia es un absoluto coñazo. Y en esto, hay pocos que no estén de acuerdo. El lenguaje científico es el lenguaje más aburrido, limitado y escaso que alguien que sepa leer pueda imaginar. Existe una razón para ello, dicen los que lo defienden (o al menos los que lo enseñan, porque hay que aprender a escribir con un vocabulario limitado a esas 500 palabras que algunos cursos de inglés ofrecen aprender en sólo un mes), y es que de esa manera es más fácil la comprensión por científicos de cualquier país, si las reglas del lenguaje están establecidas. Bien, con todo y con esto, hay artículos que sacarían un 10 en lenguaje científico y aún no hay Dios que los entienda.

Aunque habrá quien lo piense, los científicos no somos máquinas, a muchos además nos gusta la literatura, entre otras artes y cuando nos toca enfrentarnos a un artículo denso y mal escrito, nos cuesta apreciar la calidad de la ciencia que hay detrás. Es como cuando vas a ver la charla de un gran científico pero que resulta ser un conferenciante horroroso: su ciencia pierde lustre. Lo que es peor es que este lenguaje, que se supone facilita el entendimiento ¿de los científicos? es que no es para nada inteligible para el resto de la población no versada en ciencias. ¡Si incluso a nosotros han de enseñarnos a escribir así!

Lo que yo me pregunto es, si especialmente en estos tiempos de cambio en que el OpenAccess (acceso libre) a la producción científica, o sea a las revistas donde se publican los resultados del trabajo de los científicos, es una demanda cada vez mayor y en los que pronto la gente va a poder acceder directamente a la ciencia sin tener que pasar por la trituradora de los medios no tendría sentido cambiar la forma en que comunicamos la ciencia. Y esto podría ser tan fácil como desterrar el aburrido, simple y estomagante lenguaje científico.

Yo desde luego, apuesto por el cambio, especialmente porque estoy harta de que mi jefe tenga que hacerme 80 correcciones cada vez que le mando algo porque: “esto es ciencia, no literatura”.

2 thoughts on “Palabras más, palabras menos.

  1. No podría apoyar más tu tesis jajaja
    En estos tiempos, la comunicación es fundamental, y saber transmitir y explicar aquello que hacemos y nos rodea, por complejo que sea.
    Una de tus muchas virtudes es, sin duda, el manejo de las palabras… tanto con ficciones, como cuando no lo son, y es un gustazo leerte.
    Que empieces muy bien la semana
    Un abrazo

    1. Gracias por tus comentarios, se agradece de veras.
      Esta semana como preveía está siendo infernal, por eso tardo en contestar vuestros comentarios. En estos momentos tengo más comunicación con mi ratón (con el animal y el de plástico) que con humano cualquiera :S
      Todo sea por la ciencia, dicen…

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