De humanos y otros animales.

Hoy será una entrada corta porque lo cierto es que estoy a tope en el lab (quien lo diría siendo Agosto) y además para una semana de verano que hizo en este país hubo que aprovecharla.
Bueno, al tema. Cuando alguien me pregunta en que trabajo y me pide que le describa lo que hago siempre tengo un pequeño conflicto interno a la hora de explicar lo que hago y es que trabajo con animales. Además vivo en Alemania, donde todo el tema Bio, ecologista y proteccionista está muy extendido y de entrada la gente suele tener ideas preconcebidas negativas asociadas al uso de animales en experimentación.
No se de quién es la culpa de la falta de información en cuanto al tipo de trato que reciben estos animales, y las condiciones tan estrictas en que nos movemos -al menos en Alemania- para poder hacer experimentos con animales pero creo que una de las causas por las que emocionalmente el uso de animales en experimentación “toca” es Walt Disney.
¿Qué se ha fumado ésta?, direis. Pues nada, es sólo que desde Hollywood y desde nuestra infancia se nos han presentado animales humanizados, animales que hablan, sienten, se mueven y se comportan como humanos y por eso cuando nos enfrentamos a la idea de someter a un animal a un tratamiento que a nosotros nos parecería doloroso o insoportable, renegamos de ello. ¡Ojo! no digo que para el animal no fuera doloroso si no se emplearan analgésicos y/o anestésicos de rutina como se usan, sino que la percepción del dolor es diferente. Los animales no tienen la capacidad emocional humana porque carecen, salvo en el caso de delfines, primates y elefantes (al menos eso parece desprenderse del test del espejo) de consciencia de sí mismos –autoconsciencia animal– y por sí mismo esto impide que sensaciones como la del dolor vayan acompañadas del procesamiento emocional del dolor que nosotros podemos darle.
Por ejemplo, un ratón y tú podeis sentir dolor si os quemais con una superficie caliente pero sólo tú sentirás dolor porque tu novi@ te ha dejado e interpretarás este dolor emocional como una sensación física similar a la del dolor “real”.
Por eso cuando hago experimentos y tengo a mi ratoncillo ahí anestesiado, dormido, supido en un sopor del que sé que va a despertar sin tan siquiera el recuerdo de haber sido operado (midazolam/fentanyl mix amnesic effects) soy yo quien sufro por él, y cuando algo sale mal, yo también paso un mal rato.
En referencia a estos defensores de los animales, uno de nuestros técnicos siempre utiliza como ejemplo de hipocresía el que los que se manifiestan contra el uso de ratones luego tienen la casa llena de ratoneras o peor aún de veneno anticoagulante para matar a sus “plagas”. Y yo me pregunto, ¿es eso más humano?
PeTa, envidiosos de los modelos animales desde 1980
izq (¿por qué protestan estos idiotas? ¿No se dan cuenta que me dan tanta comida como quiero y más hembras que un yihaidista en el paraíso?)
der(creo que ese es el problema. Están celosos. Los he visto incluso desnudos en jaulas para imitarnos. Es patético)