
Una vez más el mundo científico se ha visto sacudido por las noticias sobre el premio Nobel de Medicina, que en 2016 fue a parar a las manos de Yoshinori Ohsumi, responsable del descubrimiento del sistema celular de autofagia, que aunque sea casi un desconocido para la mayoría, puede ser una de las razones de nuestra resistencia a los períodos de hambruna. Este mecanismo celular se descubrió en levaduras, un sistema celular eucariota monocelular muy útil a la hora de estudiar comportamiento celular y genética, y un buen modelo para la investigación humana ya que ambos son células nucleares (eucariotas).
Pero ¿por qué es tan importante un sistema de limpieza y/o reciclado celular? y más en concreto, ¿por qué nos atañe?
La autofagia se define como un proceso en el que las células encapsulan proteínas grandes y disfuncionales, orgánulos envejecidos y patógenos invasores en vesículas que luego son transportadas a los lisosomas para su degradación, ayudando a mantener la célula “sana” y funcional. Lo que ocurre cuando este sistema falla es que la probabilidad de disfunción celular y por tanto de enfermedad aumentan. Por ejemplo, se ha visto que algunos genes mutantes típicos de enfermedades neurodegenerativas están relacionados con este proceso (lo que de hecho no es tan sorprendente ya que muchas de estas enfermedades se consideran proteinopatías, y se caracterizan por la acumulación de proteínas mal plegadas que la célula no puede eliminar).
Además de ser responsable parcial de algunas enfermedades asociadas al envejecimiento, también ofrece una ventana para permitir lo contrario dado que un aumento de la funcionalidad de estas vías de reciclaje permitiría, idealmente, un aumento de la esperanza de vida y del tratamiento de enfermedades de la edad, fuertemente relacionadas con malfunción del metabolismo celular. Incluso es posible que exista un vínculo entre estrategias dirigidas a incrementar la esperanza de vida por medio de la restricción calórica y una mejora de los mecanismos de autogamia, dado que la falta de recursos metabólicos externos podría promover la reutilización y reciclaje de componentes subcelulares.



En un día como éste, cuando de repente el mundo se da cuenta de lo importante que es el sistema de control de “basura” celular, es cuando debemos agradecer a Yoshinosi Ohsumi que siguiera su corazón y que no se uniera a la moda científica del momento. Porque incluso si como él mismo dice, es sólo investigación básica en levaduras, este gran científico humilde nos ha llevado un paso mas cerca de entender y quizá algún día curar enfermedades del envejecimiento como el Alzheimer.