
Ambas patologías están relacionadas en su origen: un virus. El virus del papiloma humano (HPV) fue por primera vez relacionado como agente causal del cáncer de cérvix por Harald zur Hausen, quien descubrió ADN viral en muestras de este tipo de tumores y describió una familia dentro de los HPV de la que algunos miembros son responsables directos del tumor. Gracias a este descubrimiento se pudo avanzar en el diagnóstico y tratamiento de este tipo de cáncer, para el cual ya se comercializa una vacuna.Por todo ello, este doctor alemán ha sido reconocido con el Nobel, premio a compartir con otros dos investigadores europeos: Luc-Montagnier y Francoise Barre-Sinoussi, quienes en los años 80 del pasado siglo hicieron relevantes avances que permitieron la identificación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) como causante del SIDA, este hallazgo permitió, más tarde, con el trabajo de otros investigadores (entre ellos Robert Gallo, coetáneo de Montagnier y quien no ha visto reconocido su trabajo con el Nobel, aunque sí fue galardonado junto con Montagnier con el Premio Príncipe de Asturias de medicina en 2000) ahondar en el conocimiento de la biología del virus (ciclo infeccioso) así como el desarrollo de fármacos, que aunque no ¨curan¨, al menos han conseguido convertir una enfermedad intratable en crónica, incrementando no sólo la esperanza sino la calidad de vida de los infectados con el virus (al menos en aquellas partes del Primer Mundo con acceso a fármacos antirretrovirales).
Los descubrimientos de los tres premiados han supuesto un importante avance para toda la sociedad, en una prueba más de la importancia de la ciencia y de su practicidad. Se merecen nuestro respeto y admiración al tiempo que suponen un ejemplo de éxito en un campo tan exigente como el de la investigación…por todo ello ¡enhorabuena!
Nota: la imagen representa partículas virales de VIH-1 ensamblándose en la superficie de un linfocito T