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Henrietta Lacks: “madre” de HeLa.
Gracias a Iberia (y a sus retrasos) acabo de terminar el libro de Rebecca Skloot sobre las células HeLa y la mujer que fue su origen: Henrietta Lacks. He de reconocer que no sólo me ha gustado sino que lo recomiendo encarecidamente como una perfecta mezcla de literatura humana y científica, si se quiere entender lo que quiero decir. Por desgracia, creo que no hay a la venta aún una traducción pero aquí teneis un pequeño comentario sobre el libro en español.
Sin embargo, con todo lo interesante que resulta y de los diversos temas controvertidos que toca el que me parece que resulta de más interés en este momento de genomas a la carta y políticas de protección de datos que son de risa, y donde el capitalismo llega a niveles tales donde es posible patentar y poner trabas al beneficio público del conocimiento o de la identificación de genes (como ya escribí con anterioridad, parece que ésta situación podría acabar si la Corte americana de justicia mantiene el veredicto en contra de la patente del gen BRCA) es el de la pertenencia de los tejidos y/o muestras biológicas que “dejamos” en los hospitales después de un tratamiento (véase biopsia), dar a luz, o incluso tras un simple análisis de sangre.
El caso que expone el libro, el de una paciente a quien al someterse a tratamiento para su cáncer de cuello de útero le fueron extraidas muestras sin su consentimiento, muestras que posteriormente dieron lugar a la línea de cultivo celular HeLa parece un caso extraño, algo que en la época del consentimiento informado no tiene razón de ser (su caso data de la década de los 50 en un hospital americano para pacientes de color) pero aparentemente en Estados Unidos existen precedentes en la Corte de Justicia donde se dió la razón a los  investigadores que sin el consentimiento/conocimiento del paciente emplearon tejidos extraídos de éstos para su comercialización. La razón aducida es que una vez fuera ya no te pertenecen y puesto que es material biológico descartado (por biopsia, tumores…) no se puede exigir responsabilidad a los hospitales por el uso que hacen de ellos, además si se diera la razón al paciente esto inhibiría el progreso de la Ciencia, dicen (para más detalles, caso Moore).
¿Le darías tu corazón a la Ciencia?
En Europa la situación es algo diferente como se refleja en el informe del Centro Europeo para la Validación de Métodos Alternativos de 1998 (aunque el nombre del grupo suena bastante raro e induce escalofríos pseudocientíficos) al menos en este informe sólo se centran en discutir los beneficios que tendría potenciar la donación en tejidos humados para así limitar la investigación en modelos animales. En este informe se presentan las razones por las que en Europa, en serio contraste con EEUU la mayoría de los tejidos no transplantables se pierden, básicamente por las implicaciones éticas y legales que para los médicos podría tener el transferir estos tejidos para investigación en ausencia de una legislación clara (por eso, la mayoría de los tejidos humanos para investigación se importa de Estados Unidos). Sin embargo,  desde hace unos años se están poniendo iniciativas en Europa para organizar la disponibilidad y distribución de tejidos de experimentación humanos por ejemplo en Gran Bretaña o Suiza. Aunque la gran diferencia que existe entre Europa y Estados Unidos al respecto de la donación de tejidos humanos para experimentación radica en que en la vieja Europa para que sea posible ha de ser una donación activa y con consentimiento informado. En Europa sería ilegal que tejidos extraídos de pacientes se emplearan con fines lucrativos y que alguien se haga rico a costa de vender las células extraídas del tumor de un paciente.
Por otro lado de la lucha por incrementar la concienciación para la donación de órganos transplantables hemos aprendido que es difícil luchar contra los prejuicios sociales acerca de lo que significa la donación de órganos y casos como el de Henrietta Lacks, aun lejanos en el tiempo y la distancia, hacen un flaco favor al avance en la concienciación de la importancia que tiene para el avance de la ciencia y el beneficio para todos que tiene la donación pues ponen de manifiesto que el capitalismo alcanza incluso el nivel celular.  Por suerte se dan importantes esfuerzos de concienciación como el propuesto por la asociación BrainNet Europe donde explica el cómo y el porqué de la donación de, en este caso, tu cerebro, a la Ciencia. We need BRRRRRAIIIINSSS !
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