La ciencia es bella

Todos sabéis la fascinación que tengo por la intersección entre ciencia y arte y no sólo parece que no soy la única sino que en el Imperial College London han llevado esta pasión un paso más lejos creando colaboraciones únicas entre científicos y artistas en proyectos tan alucinantes como estos que os traigo a continuación.

No me voy a extender mucho en cada uno porque en la web del proyecto BeautifulScience explican el proceso de maduración de cada uno con detalle pero sí que mencionaré pinceladas de las técnicas y la ciencia que los motivan.

El primero tiene que ver con una warholiana representación pictográfica de unas células familiares para todos nosotros, y digo familiares porque todos las tenemos en la sangre: los linfocitos NK o natural killer. Pertenecientes a la respuesta inmune no específica. Podríamos hablar largo y tendido sobre ellas pero prefiero centrarme en que las veais y en explicaros cómo surgió el retrato que de ellas hicieron Jo Bradford, la artista, y Alice Brown, la científica. Gracias a la segunda se pudieron extraer y aislar las células NK de la primera y se obtuvieron las primeras imágenes de alta resolución de las células, además de la inspiración para crear el mural a partir de la pintura con luz sobre papel fotográfico que realizó la artista en cámara oscura. De un modo tradicional, a partir de diapositivas y controlando los tiempos de exposición y las longitudes de onda de la luz para generar el color deseado acabó por conseguirse el efecto deseado. Sólo os presento la muestra final aunque merece la pena ver las imágenes del proceso paso a paso.

La segunda que os presento es increíble en los resultados pero sólo leer el proceso duele. Duele porque recuerda al proceso de ensayo/error que sucede en cualquier proyecto científico. La serie de grabados Neumotaxis por la artista Melissa Belli y el científico Eric Dubuis se basa en las imágenes que éste obtiene de neuronas pulmonares y que ella ha seleccionado para transferir a placas de grabado de grandes dimensiones. El proceso de generación de grabados implica fundamentalmente la transferencia de una imagen, o incluso su revelado, en una placa metálica mediante el uso de ácidos que corroen la superficie. Lo más común es que la placa metálica se use para transferir el modelo a papel pero en este caso el producto final es la propia placa. Y el efecto es impresionante.

Y para terminar, porque quiero que vayais a la web del proyecto y os paséis un buen rato por allí, os traigo una pintura. Sin ver los pasos intermedios puede parecer imposible el llegar de A a B pero por eso el arte es arte, porque ve más allá. En la primera imagen del científico Renee Germack el foco está puesto en la proteína Fst1, marcada en verde, y que es un indicador de enfermedad cardiaca. Los otros colores de la imagen sirven para señalar actina, en rojo, que es un componente del citoesqueleto de la célula y denota su estructura y azul localizando el núcleo celular. El artista Joy Girvin, juega con su imaginación y con el hecho de que la colocalización de Fst1 y la actina darían lugar a un color amarillo-anaranjado para crear lo que él llama Apoteosis. Momento de máxima interacción entre los dos elementos y que se percibe como un estallido.

Acabo ya, aunque me haya dejado en el tintero unos cuantos proyectos tan buenos como los que os he traigo aquí. No dejéis de pasaros por BeautifulScience, no os defraudará, os lo aseguro.